Autor: Caroline March
Publicado por: Harlequin Ibérica, S.A.
Año publicación: 2015
Género: Romántica, Contemporánea
ISBN: 978-8468767109
Piero es un hombre enamorado.
Gabriela es una mujer herida por amor.
Michael es un hombre que no cree en el amor.
Los tres confluyen en la hermosa ciudad de Praga, como si esta hubiera estado esperando siete años para reunirlos de nuevo. En un escenario mágico, rodeados por situaciones equívocas llenas de humor, sentimientos intensamente dramáticos, donde se mezcla el pasado y el presente para crear su futuro, descubrirán lo que significa verdaderamente el amor, sorprendiéndose a cada instante con una sonrisa de que la vida les puede ofrecer algo que ya arrebató. Y comprendiendo que una habitación en un ático de un hotel, que antes fue un palacio, puede convertirse en un escondite, un refugio, una cárcel y un lugar donde atrapar lo que una vez perdieron en el olvido. Un espacio donde alcanzar la redención, en el que Gabriela se encontrará a sí misma y deberá enfrentarse a la elección que marcará el resto de su vida.
Madre mía, qué momentos de sentimientos a flor de piel tiene este libro. Me ha encantado, hay ciertas cosas del final que me han parecido un poco a correr. Luego me explico mejor.
Tenemos dos grandes historias de amor, una centrada en el pasado (la de Piero y Gabriela) y otra centrada en el presente (la de Michael y Gabriela) con coletazos de la primera. Gabriela es una joven universitaria que se enamora locamente de Piero, un sacerdote italiano que le da clases de teología en la Universidad de Comillas. Este amor termina de una forma muy brusca, dejando a Gabriela intentando navegar (y naufragando sin remedio) en las consecuencias de lo sucedido y a Piero tocado y obsesionado con Gabi (porque lo de enamorado sería discutible). La verdad es que en ese momento (la de sobresaltos que se ahorrarían si las decisiones no se tomaran unilateralmente y se tuviera en cuenta la opinión del otro) odias a Piero con toda tu alma, te parece una decisión “protectora” totalmente errónea y él un cobarde sin remedio intentando enmascarar su culpa sin conseguirlo. Y Gabriela completamente destrozada tomando terribles decisiones (alguna que no le queda más remedio, pero otras son una huida) y todo se queda marcado a sangre y fuego en su alma, no pudiendo aguantar los remordimientos y la culpa por todo lo sucedido. Eso influye completamente en su carácter, su personalidad y su forma de encarar la vida, y muchas veces te parece una cobarde que huye para no afrontar lo que le viene encima, aunque sea la decisión equivocada y que todo tiene su explicación.
Siete años después de la traumática ruptura, a Gabriela la mandan a un seminario en Praga. Allí se reencontrará con Piero, que intentará retomar su relación, y conocerá a Michael. Y menuda forma de conocerlo, XD... en un momento donde Gabriela está empezando a hundirse en el fango. Michael la juzga sin conocerla y provoca (inconscientemente eso sí, siendo sin saberlo el que da la última puñalada) su caída definitiva. Sin embargo también es el que recoge sus pedazos y con toda la paciencia del mundo conseguirá recomponerla. Es el único que conoce la verdadera historia de lo acontecido en esos funestos siete años, el que le hace unos reproches durísimos que tal vez ella no merezca, pero que sirven para que poco a poco vaya reaccionando y volviendo a la vida. Y el que va desmontando lentamente sus defensas y sufre en silencio al saber que pase lo que pase ella nunca lo amará aunque poco a poco se haya apoderado de su corazón. Y a Gabriela le darías de collejas para que espabile, ya que tiene momentos realmente injustos con Michael. Pero también hay momentos de una ternura conmovedora.
La verdad es que Michael es el que más te sorprende. Pasa de ser juez y verdugo a carcelero salvador con una paciencia sorprendente. Sin embargo, no es totalmente altruista... si bien es cierto que su objetivo es volverla a meter en su cama, va cambiando a medida que el amor va haciendo mella en él, y finalmente sólo desea la felicidad de Gabi, sea con quien sea. Y las meteduras de pata son gloriosas, aunque consigue ser perdonado. Sí, hay que reconocerle a Gabi que cabrear, se cabrea, pero al menos (si no le da por salir por piernas, claro) acepta fácilmente las explicaciones y Michael consigue que los enfados no le duren.
Y testigos más o menos privilegiados de esta historia están Adriana y Marco, la hermana de Gabriela y su prometido. Son auténticos incondicionales de Gabi, junto con Lola, un transexual que la conoció en uno de sus peores momentos y no dudó en acogerla bajo su ala. También tenemos a Elena, amiga aunque no se entera de gran cosa y provoca algunos malentendidos finales. Y Raefer, el hermano vividor de Michael y también metedor de alguna patita. Y entre los claramente acogotables están en primer lugar los padres de Gabriela... A Algunos deberían examinarles antes de darles el carné de paternidad. Sobre todo a su madre, a la que sólo le importan las apariencias y el qué dirán, y a la que finalmente ponen en su lugar. Y no nos olvidemos de la arpía del seminario, la señorita Applewhite, cobarde como ella sola.
Y por último, lo que comentaba del final. La escena boda de Adriana es delirante, pero la explicación de los mal entendidos, hecha en media hoja y a toda leche queda un poco ¿perdón?... O que la famosa declaración... Sí, él es cursi, pero ella se empeña demasiado en llevar la contraria... para carcajadas del resto. Sin embargo, con toda la carga emocional del libro, queda en muy pecata minuta. Y sí, hay cosas previsibles y que no te sorprendes cuando suceden, pero... qué más da.
Resumiendo, novela más que recomendable, con una caja de kleenex cerca... por si acaso.
La verdad es que lo tengo apuntado desde hace tiempo porque me habían hablado maravillas pero hasta ahora no me he acordado jeje
ResponderEliminarAsí que a ver si ahorro ^^