De toda la vida. Marisa Ayesta

Autor: Marisa Ayesta 

Publicado por: Harlequín Ibérica 

Año publicación: 2014 

Género: Policíaca/Romántica 

EBook: 2,84€ 

“Prefería vivir con lo poco que ella le daba que tenerlo todo con cualquier otra”. 

El inspector de la policía nacional, Rafael Aldave, será el encargado de investigar un caso de asesinato. Cuando la periodista Marian Alises, su amor de siempre, se vea irremediablemente involucrada, la búsqueda de pistas dejará de ser solo un asunto profesional. 

La verdad es que esa frase se podría aplicar de la misma forma a las dos historias de amor que componen la novela. Tenemos por una parte una trama policíaca, bastante bien llevada, con un error pelín gordo en cuestión de fechas que luego explicaré, y las historias de amor entre dos policías, tío y sobrino, y entre una madre y su hija: Germán – Leles y Fae – Marian. 

Germán y Fae llevan 20 años (bueno, Fae algo menos, ya que cuando conoce a Marian tiene 13 años él y 6 ella) enamorados de Leles y Marian, aunque sus historias se desarrollan de distinta forma: Germán ha preferido dar su amistad a la espera de su oportunidad y Fae ha entrado y salido en la vida de Marian a base de discusiones y encontronazos profesionales. El detonante del “Hasta aquí hemos llegado, ya no espero más” se produce cuando Marian es atacada por un violador y asesino en serie, formando la búsqueda de ese criminal y de las pruebas que lo permitan incriminar la trama policial del asuntillo. 

Así como los dos policías están irremediablemente pilladitos de esas dos, Leles ha estado buscando el amor de su vida sin darse cuenta que lo tiene delante de las narices, y Marian es un personaje un poco incoherente y muy desesperante. Por decirlo de alguna manera, como el perro del hortelano, que ni come ni deja comer. Incoherente en el sentido de que se sorprende de que Germán no se haya declarado antes a su madre, pero sin embargo no deja que la relación comience para no perder su amistad con éste. Su visión de las relaciones está distorsionada por la vivencia con los sucesivos novios de su madre, queriéndose diferenciar del comportamiento de ésta, pero haciendo lo mismo en el fondo: Tener un profundo terror al compromiso. Pero mientras Leles se da cuenta, gracias a Germán, de que su relación puede funcionar a las mil maravillas, Marian es incapaz de bajarse de la burra. Acepta muy a regañadientes el cambio personal de su amigo y su madre; pero con respecto a Fae es harina de otro costar… Se resiste como gato panza arriba. Cuando ve que las cosas van demasiado en serio, utiliza sus profesiones (policía vs periodista) para provocar un enfrentamiento entre los dos, cabrearlo y conseguir su distanciamiento. Y así una y otra vez. Es muy curiosa la discusión sobre el derecho a la información que tienen ambos, y para ella es la excusa perfecta. 

La historia está bastante bien llevada. Pero tiene un par de cosas que me chirrían: El fallo de fechas del orden en que se cometen los asesinatos (para no spoilear, fijaros en los días que aparecen en las noticias de la muerte de las chicas); y un par de repeticiones que sobran, como la explicación de la situación de la casa de la madre de Fae en Alicante y la profesión de los tíos de Fae. Por lo demás, el caso discurre con tranquilidad, ya que como ellos dicen, no son el CSI, y por tanto las cosas no van a velocidad de serie americana; pero la acción se va intensificando con el descubrimiento del sospechoso. La descripción del perfil del mismo está también bien tratado, aunque no sé, tal vez me hubiera gustado de otra manera el asuntillo del “ya sabemos quién es el cabrón”… 

Y respecto a la parte romántica, adelantar que no hay excesivas muestras cariñosas (por supuesto nada de sexo, y menos mal, ya que tal como está escrita la novela hubiera quedado muy pastiche y cantoso) aunque me hubiera gustado algo más en un par de puntos de la narración. 

En resumen: No llega a la serie Buchanan de Julie Garwood, pero se queda en un muy buen intento.