Publicado por: Ediciones B
Año publicación: 2015
Género: New Adult
EBook: 2,37€
Ha pasado mucho tiempo desde que Susana, hoy convertida en una reconocida abogada de éxito, vio por última vez a Fran, su primer amor y el hombre al que nunca podrá olvidar. Ahora que las circunstancias le instan a reencontrarse con él, la nostalgia del pasado acude sin remedio a su mente.
Hace unos años... Susana era una tímida y poco agraciada alumna de Derecho obligada a sacar las mejores notas para no perder la beca que le permitía seguir estudiando. Sola y sin amigos, debido a su carácter, era considerada por todos «la empollona de la clase». Su vida cambia drásticamente cuando en su segundo año de carrera tiene que realizar un trabajo con Fran, un guapo y rico compañero de estudios por el que siempre se había sentido atraída y quien ni siquiera se había fijado en ella jamás.
Hay varias cosas que decir de esta novela. La primera es que es una novela de unas 400 páginas, que comienza con Susana que debe volver a Sevilla y hacer una entrega en el bufete Figueroa cuando empieza a recordar por el segundo capítulo (aproximadamente por la página 18) y no volvemos hasta el presente hasta la página 354. Vamos, que para eso, casi la ambientas en el pasado y el capítulo 1º lo conviertes en el 34º. Quedaba mejor.
Lo segundo a destacar es que no hay una historia de amor, sino dos (ni la Maika ni la de Merche cuentan), y hay ratos en los que me atrae más la historia de Raúl e Inma que la de Susana y Fran. Y eso que tanto a Susanita como a Inma las acogotarías vivas a ratos, más a la segunda que casi pierde al amor de su vida por su tozudez y orgullo. Se queda a un tris.
Y vamos al grano. Susana es una brillante estudiante, tímida, insegura y tremendamente desconfiada. Todo el mundo la evita, hasta que se ve obligada a hacer un trabajo en grupo, y Fran la invita a unirse al suyo. Ahí empiezan una serie de malentendidos al pensar él que se siente atraída por su amigo Raúl, y ella no corregirlo. Y junto con los “Le quiero, pero no me haría caso; solo quiero que sea amigo mío”, “Si se entera de lo que siento por él, lo perderé”, y un largo etcétera que llega a resultarte cansino, las mentiras para que siga creyendo lo que no es, Fran se va enamorando de la tímida e introvertida empollona. Todos que sabes perfectamente de que va el cotarro menos los implicados, claro. Meses de marear la perdiz y capítulos que hacen que la cosa se alargue... hasta que sinceramente, terminé de Susanita hasta las narices. Y cuando al fin se enteran de lo que sienten (casi en el último minuto, porque a Fran le daba algo) y empiezan la relación, hay momentos en que la seguridad de ella resulta insufrible. Siempre pensando lo peor sin darle al pobre casi la oportunidad de explicarse (lo sucedido en su primer verano, o con los tejemanejes de su madre)... claro que menos mal que cuando se ve que el tema “Susanita” no da para más, empezamos con el tema “Inma”.
Y es que lo de Inma también tiene mucha tela que cortar. Raúl es el típico libertino de Regencia, pero trasladado a estudiante de Derecho de finales del siglo XX. Básicamente su preocupación es divertirse y pasárselo bien...e intentar meter a Inma en su cama, a pasar de los desplantes, bordeces y groserías que ella le dedica. Y es que al contrario que las damitas inglesas, aunque le gusta mucho Raúl, no está dispuesta a ser una muesca más en su cabecero, a pesar de la manera en que él cambia al darse cuenta de que realmente se ha enamorado de ella. Creo que personalmente ambos protagonizan los momentos más conmovedores de la novela: La confesión de Raúl, el alegato de defensa en la clase, y el momento en que ella casi lo pierde por su increíble tozudez. Y las confesiones de ella también son tremendas. Y es que la verdad, tanta autocompasión de Susanita de que nunca ha tenido amigos y bla bla bla, llegan a hartarte. Inma es de esas protagonistas borriquitas de “ni contigo ni sin ti”, no sabe realmente lo que quiere, decir una cosa mientras desea otra, hasta que como ya dije antes está a un pelo de perderlo.
Y mientras la relación Inma-Raúl es un maremoto de intensidad 7, Susana-Fran es una relación relativamente tranquila, con las eternas dudas de ella, los arranques de genio de él y la intromisión de los padres de Fran. Merche es la gran aliada de la pareja, aunque la verdad, tantos años de relación y que no puedan reconocerla ante sus progenitores no deja de ser triste.
Porque ya que hablamos de ellas, vamos con ellos. Raúl es el que pega un cambio espectacular a lo largo de la novela, está a punto de pagar un precio altísimo por su comportamiento. Y Fran es el típico chico bueno, dulce que aunque se cabrea con sus padres, sólo al final es capaz de enfrentarse a ellos cara a cara. ¿Quién da la talla de los dos? Sin duda alguna es Raúl, ya que te da la sensación que la otra pareja se deja llevar por las circunstancias. Fran en su momento podría haber hecho muchas más cosas en vez de conformarse y perder al amor de su vida pensando que era lo mejor. O mejor dicho, haber luchado en otra dirección.
En resumen, una novela en la que los protagonistas son jóvenes más o menos normales, pero que a ratos, se me ha hecho larga, con una relación amorosa secundaria que a mí me atrapó más que la principal, y con una estructura que yo cambiaría... un flashback que ocupa el 85% de la novela no me parece muy lógico, XD.
Hola Aurora,
ResponderEliminarNo le has dado mala nota a pesar de todo, pero no me llama demasiado. Aunwue miscelánea de esta autora me gustó bastante, creo que esta la dejaré pasar.
Un beso
Hola, pues no me llama mucho, gracias por la reseña.
ResponderEliminarbesos
cdc
Este no me llama nada la atención asi que lo dejaré pasar.
ResponderEliminarUn saludo
cdc